DEGENERACIÓN MACULAR

¿QUE ES LA DEGENERACION MACULAR?

 

La DEGENERACIÓN MACULAR RELACIONADA A LA EDAD (DMRE) es una enfermedad típica de adultos mayores y es la principal causa de pérdida de visión después de los 60 años. Es ligeramente más frecuente en el sexo femenino y su principal factor de riesgo es el cigarrillo, por lo cual los fumadores poseen un elevado riesgo de padecerla. Otros factores de riesgo son la obesidad y los antecedentes familiares.

Se caracteriza por alteraciones en las células y vasos maculares. Lo más frecuente de observar al examen de fondo de ojos son machas amarillentas denominadas Drusas o Drussens.

 

TIPOS

 

Existen dos tipos de degeneración macular:

    • Seca o Atrófica: Es el tipo más frecuente y menos grave. Se caracteriza por acumulo de drusas y atrofia de las células maculares. La visión se va perdiendo en forma gradual.

 

    • Húmeda o Exudativa: Es la forma más grave, pero menos frecuente. Hay crecimiento de vasos sanguíneos anómalos por debajo de la retina denominándose neovascularización coroidea. La pérdida de visión es mayor, así como también se producen otras complicaciones si no recibe tratamiento.

SÍNTOMAS

 

Los síntomas más frecuentes son:

Disminución de la visión de lejos y/o de cerca

Necesidad de mayor luz al leer

Visión borrosa

Alteración en la visión de los colores

Perdida de la visión central

Manchas en el centro de la visión

Visión distorsionada (Metamorfopsias)

Esta patología nunca conduce a la ceguera.

 

DIAGNÓSTICO

 

El diagnostico se realiza mediante un examen oftalmológico completo, un interrogatorio adecuado y entre los métodos complementarios y de diagnóstico definitivo tenemos:

Tomografía de Coherencia Óptica (OCT)

Angiofluoresceinografía

El estudio más pedido en la actualidad para el diagnóstico de DMRE es el OCT.

 

TRATAMIENTO

 

En la actualidad no hay tratamiento para la forma seca. Si bien hay varias drogas en estudio, al día de la fecha solamente se requiere control.

Para la forma húmeda se encuentran disponibles drogas antiangiogénicas como el aflibercept (Eylia), el ranibizumab (Lucentis) y el bavacizumab. Se inyectan dentro del ojo mediante una técnica muy sencilla y rápida, teniendo un buen resultado. Habitualmente se realizan de forma mensual y por lo general se necesita más de una aplicación.